Qué puede pasar

si un gato se cae por

la ventana

Os voy a explicar desde mi experiencia y de menor a mayor los 3 problemas básicos si un gato se cae por la ventana.

PROBLEMA 1

El piso desde el que cae no está a gran altura y además cae en un jardín. Genial. Este es el mejor de los casos en lo que se refiere a problemas físicos ya que al caer de poca altura y ser el suelo blando va a poder recepcionar la caída sin ningún problema. Lo malo es que al ser un gato casero va a encontrar tantos estímulos e incluso algún posible depredador (un perro por ejemplo) que sentirá la necesidad de huir. Así que en este caso tenemos un gato sano pero corriendo despavorido y en bloqueo total en dirección contraria a su hogar y los gatos corren mucho y durante mucho tiempo, así que vete preparándote para largas jornadas de angustia esperando que aparezca, en caso de que aparezca.

PROBLEMA 2

Ya sea por la altura, por la dureza del suelo o por ambas dos, el gato queda herido. Este punto tiene dos variantes.
En la primera queda herido pero con suficientes fuerzas para huir del lugar y buscar resguardo.
Esta es una de las peores situaciones posibles ya que dependiendo del alcance de las lesiones podría no ser capaz de alimentarse por sí mismo o de defenderse de depredadores u otros gatos. Generalmente los gatos callejeros son mejores cazadores, están más en forma y habituados a refriegas por territorio/comida/reproducción. Así que si topa con uno de ellos mal asunto.
La segunda parte de este segundo punto es el caso en el que el gato cae y se lesiona pero no huye. Algún vecino o tu misma te percatas de la caída y llegas a tiempo para recogerlo.

En este caso seguramente no haya huido debido a la gravedad de sus lesiones. Ver a tu gato mal herido, sangrando y gritando de dolor no va a ser algo fácil de soportar. Llévalo rápidamente a un veterinario para que evalúe el alcance de las lesiones. Quitando el disgusto y el mal rato que vas a pasar, ya te aviso que barato no va a ser. Una simple pata rota va a suponer cientos de euros y un problema más grave puede llegar a los miles de euros. Ya sé que por nuestros peques lo que sea, pero he de informarte para que sepas lo que hay.

PROBLEMA 3

Este es el peor de los escenarios si un gato cae desde la ventana. Nuestro gato está tranquilamente echándose su habitual siesta bajo el sol de media tarde en el alfeizar de la ventana. Empieza a sentir hambre, poco a poco va desperezándose, estira las patitas, se incorpora lentamente, levanta la cabeza y el cuerpo y cuando se dispone a entrar a casa para comer pasan dos palomas a su lado siendo este hecho suficiente para activar su instinto cazador en menos de un segundo. De forma inmediata saca una pata del alfeizar y cae al vacío. No es extraño que esto pase y de hecho cada vez es más frecuente. En esta entrada hablo sobre el síndrome del gato paracaidista.

El caso es que cae de la ventana, se da un fuerte golpe y muere en el acto. Ya está. Se acabó. Se ha ido para siempre. Hace un momento estaba tomando el sol feliz y ahora yace en la acera.
Esto es lo que me pasó a mí. Noa me dejó así, en un segundo. Aún recuerdo su cuerpito negro y suave inerte. Era todo amor, tenía dos años. Nunca me he podido deshacer del sentimiento de culpa. Ojalá no ocurriera esto a nadie más. Ojalá en aquel momento hubiera sabido lo que sé ahora y os estoy contando. Tristemente la realidad es que ocurre a diario. Aún hay personas que piensan que a sus gatos no les va a suceder, cuidado si piensas eso porque justo por ello tienes muchas posibilidades de que esta tragedia que he narrado te pase.

Bueno pues estas son las tres cosas, a grandes rasgos, son las que le pueden pasar si un gato cae por la ventana.

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